Hemos llegado al final de otra temporada.

Hemos jugado, soñado y esperado. Algunos han llorado, otros han celebrado. Pero ahora se jugará el acto final. El momento del triple silbatazo más largo del año está por llegar y así saludaremos por última vez a nuestro público. Las luces del campo se apagarán repentinamente. Nuestras pequeñas gradas se vaciarán, la hierba volverá a crecer salvaje y el silencio caerá sobre las tribunas de nuestro “escenario”. Ha terminado otra temporada, ahora durante unas horas todos harán sus evaluaciones y luego comenzaremos de nuevo. Volveremos con dos mil conversaciones sobre los campos de verano, las escuelas de fútbol, si quedarse o no, o si colgar las botas o los guantes. ¡Hay para todas las edades, porque este juego no conoce tiempo!Pero, ya que soñar no cuesta nada, esperamos que las directivas de nuestros equipos hagan lo correcto sin tocar demasiado nuestros sentimientos. A menudo empezamos con una plantilla o un entrenador que no nos gusta, para luego descubrir que ha sido uno de los mejores grupos de siempre y del que no querríamos separarnos.

Buen final de temporada a todos, desconecten y recarguen las baterías de cara al próximo campeonato.